ESTE SOY YO

Me estiro pero no por completo, frunzo el ceño y levanto la ceja cuando algo me molesta y no tengo la capacidad de expresarlo de otra manera, me envuelvo en mis sueños constantes para apartarme un poco de la realidad que en la mayor parte de las veces no es lo que espero, se me hace un nudo en la garganta cuando no puedo digerir algo a lo que no pueda darle batalla, nunca he sido capaz de ser muy expresivo salvo sus muy contadas excepciones, con los ojos cerrados veo que muy en el fondo no soy tan mala persona como todos suelen pensar, nunca he encajado en ningún cliché, soy como la resaca para muchos, el mal necesario que algunos tienen que soportar, grito, me exaspero, manoteo, me burlo de todo, incluso de mi, tan obstinado en conseguirle un final feliz a cada historia que termino por echarlo todo a perder, fumo para reflexionar un poco o tal vez reflexiono para fumar, he pasado del absoluto exilio a la fama fatal una y otra vez, fiel a mis convicciones, analítico, patético, nauseabundo, hiriente, marchito, con la esperanza de no perder las esperanzas, tan fácil de comprar, una sonrisa, un guiño han bastado para inmiscuirme en las odiseas mas impensables, corazón que no se ha olvidado de palpitar a pesar de todo y de todas aquellas que han pasado por mi vida, desde la que me dio el primer beso, la de las miradas furtivas, la inocente, la que por la distancia jamás he podido rozar sus labios, la perversa, la que algún día me abrió los ojos, la que me enseño a cerrarlos, la altiva, la que daría la vida por mi, la flor de un día y la que resulto tan complicada, la que aun no descubro, todas me han dejado alguna huella, el balance aun creo que ha sido positivo por que honestamente: “No se decirle que no a una mujer”.

Estoy tan apegado a mis manías que podría parecer extravagante, tan complaciente como impío, con tanta necesidad de un abrazo sincero, con la mente siempre puesta en cualquier lugar menos en el que me encuentro, posesivo, melancólico, espectral, dispuesto a llegar hasta las ultimas consecuencias, inundado por miles de cuestionamientos, amante de un café y una buena charla, con una extraña fascinación por la mirada de los demás porque estoy convencido que en realidad los ojos te reflejan la personalidad de quien los lleva puestos, tan mutable cual animal en proceso de evolución, con dos razones lo suficientemente maravillosas para estremecerme y hacerme sentir vivo. Tan solemne e infantil a la vez, desconfiado, con la capacidad de asombro a flor de piel, ser que atesora todo tipo de misivas que le han hecho llegar desde las escritas hasta las electrónicas, con los amigos tan contados y tan amados, capaz de perdonar pero jamás de olvidar, con tantas juergas vividas y por vivir, con tantos descalabros y triunfos, con muchas noches por pasar en vela, con la frente tan en alto y la conciencia tranquila, con tanto por descubrir, tan alejado de ser una persona normal, este soy yo.