Estos días he fracasado en el intento de sacar de mi mente algunas cosas del pasado, pareciera que regreso constantemente a ciertas escenas que me causaron un par de dolores de cabeza pero también muchas esperanzas, aun así no dejo de repetirme una y otra vez ¿vale la pena revivir algunos pasajes de nuestra historia? Suena con absoluta melancolía en la PC de mi oficina una canción que había dejado de escuchar por circunstancias que estarían de más y no de menos exponer ahora, “My Love Life”, esos acordes que abrirían un parte aguas, un sin fin de preguntas sin respuestas, ¿tal vez las cosas en común nos terminaron por alejar? ¿Quizás nunca estuvimos tan seguros de que fuera a funcionar o era el pánico a fracasar otra vez? ¿Pero quien no ha tenido miedo de volar? Me continúo preguntando ¿A que diablos ha venido todo esto después de tanto tiempo? Tal vez sea que por momentos siento la necesidad de volver a tener contacto como en aquellas noches para verme reflejado en un espejo al cual por primera vez deje de temerle a su reflejo, pero las cosas entre nosotros tiene ya demasiado tiempo que no funcionan bien, de hecho podría decir que los últimos contactos fueron solo para reprochar las cosas que con el paso del tiempo habíamos modificado, lógicamente las cosas que te marcan se llevan siempre por debajo de algunas capas de la piel, parecen imperceptibles, casi olvidadas o en el mejor de los casos casi muertas, pero siempre hay algo que las traen de vuelta, nos recuerdan que nunca se fueron en realidad que han estado ahí esperando el momento justo para darnos una bofetada, ¡¡¡demonios, creo que después de los treinta se vuelve uno mas sentimental!!! No pienso arreglar nada con este post, de hecho es casi científicamente comprobable que ni siquiera lo lea, echémosle la culpa a la memoria que por desgracia nunca ha sido un cassette para borrar.
