04/08/07

LA CHICA DEL STARBUCKS COFFEE


Me sentía hecho un caos con todas las cosas que han sucedido recientemente en mi trabajo, tenia la necesidad de salir a arreglar unos asuntos y era un buen pretexto para escapar momentáneamente del infierno que ahí se vive, termine muy pronto y no tenia ganas de apresurar mi llegada así que me dije: ¿Por qué no te relajas un poco y te vas a tomar un café? Me dirigí al Starbucks que queda muy cerca de mi oficina, como siempre me instale en la sala de estar del área de fumadores, era una de esas mañanas caóticas y frías en las que solo deseas un poco de paz y darle un buen sorbo a tu café.

A ella ya la había visto en un par de ocasiones, de hecho me había atendido anteriormente y creo que hicimos clic, no le di la mayor importancia, pero esa mañana al estar sentado ahí, podía sentir esa extraña sensación de cuando alguien no te quita la mirada de encima, de repente de reojo me di cuenta que a un costado de mi, detrás del cristal estaba sentada desayunando, tenia sobre la mesa un vaso de jugo de naranja y un sándwich de los que se exhiben en el mostrador, busque un ángulo en el cual con el reflejo del cristal no se diera cuenta que yo también la veía, pase sentado casi una hora y media sin que me preocupara por el trabajo o las consecuencias de mi demora, ella seguía ahí como si no tuviera algo mejor que hacer, dando pequeños sorbos a su jugo, me sentía un poco intimidado, nadie me había visto tan fijamente por tanto tiempo, por momentos me movía tratando de ocultarme un poco, pero se acomodaba la silla para no perderme de vista, creo que ella se percato que estaba entrando a su silencioso juego, se levanto, recogió la mesa y desapareció, creí que era todo por el día de hoy, cuando de repente cruzo la puerta, se paro a escaso metro y medio de mi, haciendo como si no hubiera notado ya mi presencia saco una cajetilla de cigarros, se llevo uno a la boca y haciendo como si se le hubiera olvidado su encendedor, giro el rostro y haciendo una mueca como de asombro por verme me dijo: -¡Hola!, hace mucho que no te veía, ¿Cómo estas? ¿Podría sentarme contigo a fumar mi cigarro solo me quedan unos minutos, claro si no te molesta?- El resto de la charla esta por demás contarla, pero creo que a fin de cuentas me hizo menos pesado el día y prometí acudir mas a menudo.

01/08/07

MMM...


Estoy hasta la madre y voy a explotar!!!!