23/05/07

MEMORIAS DE UNA MENTE PERTURBADA VOLUMEN II


La etapa mas inocente sin lugar a dudas fue la que pase a su lado, todo era como una tarde de té, así, despreocupada y simple, como las cosas que mas le aportan a una vida, era hermoso ver a los niños jugar en el parque a nuestro alrededor, tomarnos de la mano, platicarnos cosas al oído, soñar todo el tiempo; Uno de nuestros pasatiempos era salir cada fin de semana a desacomodar los cds en las tiendas de discos, comer pizza y jugar un poco con los hielos que quedaban al fondo del vaso, creo que el mayor atrevimiento que tuvimos en ese entonces fue untar un poco de Pettit sobre sus labios y comerlo mientras le daba unos pequeños mordiscos en su boca, sabia que eso le elevaba un poco la temperatura, los abrazos eran intensos, es como si se quisiera fundir conmigo, su piel era suave y blanca, sus ojos transmitían la felicidad que solo se obtiene cuando haz encontrado a la persona idónea para compartir en su totalidad esos momentos que no eres capaz de compartir con nadie mas, a pesar de su corta edad me brindaba todo el cariño que estaba esperando recibir de alguien. Nos encantaba sentarnos en la escalera de aquel viejo edificio a pasar horas y horas besándonos.

Recuerdo que era Diciembre, salimos con nuestros amigos a comprar los obsequios que a pesar de parecer tan insignificantes resultaron tan significativos, es la Navidad que aun después de tantos años continuamos recordando cada que tenemos la oportunidad de vernos, es como si fuera la única que hubiéramos vivido en toda nuestra existencia, esa noche parecíamos siameses, nadie podía separar a uno del otro, nos consentíamos tanto como si supiéramos que lo nuestro podría acabar en un lapso de tiempo no muy lejano, ya entrada la madrugada, no quedaba nadie, estábamos sentados en un sillón, entonces se recostó en mis piernas, ella había bebido mas alcohol de la cuenta, se le podía notar en la mirada, recuerdo que estábamos escuchando “This Charming Man” de los Smiths cuando me pidió que la besara, fue extraño, fui recorriendo cada centímetro de su cara con mi boca, no se como fue, pero de un momento a otro comencé a besar su cuello bajando poco a poco hasta llegar a su pecho, fui desabotonando su blusa con una mano y con la otra recorría sus piernas por debajo de su falda, sabia que en ese momento podía hacer con ella lo que me diera la gana, pero me detuve, creo que mi subconsciente sabia que era casi una niña, no podía excederme de esa manera, quizás en ese momento me pareció una locura aunque años mas tarde sucedió y también fue la experiencia mas especial que ambos hayamos vivido. Hoy después de tantos años, con nuestras vidas tan revueltas y platicando de aquella noche me comento algo que me helo la sangre “¿Sabes algo? Si me hubieras hecho tuya esa noche estoy casi segura que nada en nuestras vidas hubiera cambiado de aquellos días de desacomodar los cds en las tiendas de discos y comer pizza, todo seria como en aquellas tardes y me hubieras hecho la mujer mas feliz del mundo, además aunque no lo creas, eres el único hombre con el cual he podido sentir lo que es tener un orgasmo, tal vez sea porque el amor que sentimos es mutuo”, entonces me dio un beso rápidamente en los labios y se fue guiñándome el ojo.

Es curioso pero independientemente de esta nota, hoy me invitaron a comer al lobby del hotel en el que siempre soñamos pasar una noche, desgraciadamente ella no estaba a mi lado.

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